miércoles, 28 de enero de 2009

EL COMIENZO

Hace casi dos años que abrí el blog, después de estar trabajando durante 33 años en la misma empresa, estaba a punto de irme a la calle.
Mi jefe había solicitado un concurso de acreedores y nos encontramos de repente en el paro.
Al principio pensé que se me iba a caer el mundo encima, ¿qué hago ahora?, fué la primera pregunta que me planteé, de ahí el nombre del blog.
Pensé que no me acostumbraría a estar en casa, había empezado a trabajar a los 16 años y era la primera vez que me quedaba sin trabajo.
Afortunadamente entre mi marido y mi hija me ayudaron a ver la cosas de otra manera, podía aprovechar para estudiar y así lo hice.
El año pasado hice un curso de Auxiliar de Geriatría y este quiero sacarme el título de Graduado en Secundaria, y por eso he comenzado a escribir en el blog que abrí hace casi dos años, ya que unos de los trabajos que tengo que hacer durante este trimestre es escribir un Blog.
Aunque lo había intentado varias veces, no se me ocurría que poner, además me daba mucha vergüenza que otras personas pudieran leerlo.
Ahora, espero hacerlo habitualmente, gracias a la ayuda de mi profe de lengua, Eloy, que nos irá dando las directrices para que lo consigamos.

DESCRIPCION

Tiene cinco años, los ojos castaños, un poco rasgados, las pestañas muy largas y tupidas, nariz pequeña y respingona, boca menuda, con los labios mas bien finos y una pequeña cicatriz en el labio inferior, la cara redonda y el pelo de color castaño y rizado. Es muy menudita y muy simpática.

Siempre está haciendo alguna cosa o jugando.

Le encanta ponerse zapatos con tacón alto, es tan presumida que nunca quiere ponerse pantalones, le gusta llevar faldas o vestidos con vuelo, y le gusta mucho disfrazarse, siempre que me ve me pide que le pinte los ojos y los labios.

Tiene una imaginación asombrosa, cuando conoce a nuevas niñas en el parque, siempre se inventa historias sobre su identidad y la de su familia.

Cuenta unas historias tan asombrosas a su profe de preescolar, que a la pobre mujer no le queda más remedio que estar siempre preguntando a la madre si son ciertas las cosas que le cuenta la niña.