miércoles, 25 de febrero de 2009

ESTILO DIRECTO

Acababa de llegar a la oficina, y me disponía a comenzar mi trabajo cuando sonó el teléfono. Lo descolgué y después de saludar .

- ¡Hola!, soy Juan Carlos, te acuerdas de mi.

Tardé unos segundos en reaccionar, mientras un montón de preguntas se me venían a la boca.

- Claro que me acuerdo, ¿que quieres después de dieciocho años?

- Felicitarte las Navidades y conocer a la niña.

- ¿Que?

- Si, conocer a la niña, tengo mucho curiosidad por verla.

- Oye, yo no se si ella querrá conocerte, nunca ha preguntado por ti.

- Habla con ella y quedamos un día para conocerla.

- Perdona, no puedo seguir hablando contigo, estoy en el trabajo y no puedo atender llamadas personales.

- Por favor habla con ella y te vuelvo a llamar en un par de días.

- Adiós.

Colgué el teléfono y me quedé desconcertada incapaz de concentrarme en el trabajo.

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