Acababa de llegar a la oficina, y me disponía a comenzar mi trabajo cuando sonó el teléfono. Lo descolgué y después de saludar oí.
- ¡Hola!, soy Juan Carlos, te acuerdas de mi.
Tardé unos segundos en reaccionar, mientras un montón de preguntas se me venían a la boca.
- Claro que me acuerdo, ¿que quieres después de dieciocho años?
- Felicitarte las Navidades y conocer a la niña.
- ¿Que?
- Si, conocer a la niña, tengo mucho curiosidad por verla.
- Oye, yo no se si ella querrá conocerte, nunca ha preguntado por ti.
- Habla con ella y quedamos un día para conocerla.
- Perdona, no puedo seguir hablando contigo, estoy en el trabajo y no puedo atender llamadas personales.
- Por favor habla con ella y te vuelvo a llamar en un par de días.
- Adiós.
Colgué el teléfono y me quedé desconcertada incapaz de concentrarme en el trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario